Todo proyecto empresarial, por muy grande o pequeño que sea, es una apuesta similar al atreverse a navegar en altamar e ir en búsqueda de los peces. El contar con la ayuda de una gestoría en Madrid (o en la ciudad que corresponda), ayudará significativamente a lo largo de la «vida» de la sociedad.
De hecho, todas las grandes corporaciones que hoy existen fueron alguna vez una pequeña entidad con un personal de trabajo emprendedor, dispuestos a luchar el todo por el todo para salir a flote en el mercado, tal como le sucedió a una compañía tan fuerte como lo es Google, que inicialmente tuvo como sede un garaje de una casa en los Estados Unidos y hoy cuenta con lugares de trabajo en todo el mundo, siendo su epicentro de actividades el Sillicon Valley.
Detrás de toda empresa, existe toda una gestión muy importante a tener en cuenta, lo cual va desde el pago de los impuestos y la oficialización del nombre de la entidad, hasta la formulación de contratos para los empleados y legalización de la empresa dentro de la normatividad del gobierno nacional.
Registro de empresa
En España, por ejemplo, a la hora de fundar una empresa, lo primero que debe realizarse es la gestión relativa a la Cámara de Comercio de España, donde se debe inscribir el proyecto empresarial y consolidar todo lo relativo a los permisos para que éste se encuentre a la misma altura que otras entidades para participar en el mercado.
Es precisamente en ese momento donde entra la figura del abogado como profesional apto para escrutar a fondo una empresa y entender la magnitud de sus alcances, antes de estructurarla y empezar a gestionar lo necesario para que sea reconocida como tal.
Para una empresa de desarrollo de software, por ejemplo, uno de los primeros asuntos que deben tenerse en cuenta es que todo lo relacionado a los permisos de los sistemas operativos y la efectividad de los ordenadores de trabajo, se encuentren en óptimas condiciones.
Así, si una empresa auditora llega a inspeccionar lo que está ocurriendo en dicha empresa, entonces lo primero que se fijaran será en que las versiones del software que utiliza la empresa concuerden legalmente con lo estipulado en sus declaraciones comerciales. Lo mismo pasaría para un negocio de venta de alimentos, en donde se les exigiría a sus empleados todo lo relacionado en términos de limpieza, higiene y calidad de la comida suministrada. Todo esto con el claro objetivo de que la empresa pueda responder a las expectativas del cliente y se le brinde a éste lo mejor.
¿Y la supervisión?
Prácticamente, lo que hace un abogado al gestionar una empresa, es supervisar y tener en claro que todos los procesos laborales y comerciales estén marchando de manera sincronizada y de acuerdo a las metas trazadas por las directivas.
Su labor va más allá de sentarse en un puesto, analizando contratos y escribiendo documentos de términos similares a los que tu observas cuando vas a instalar un programa en tu ordenador, su misión siempre será ante todo, velar porque la normatividad y la manera de trabajar de la empresa se encuentre dentro del marco de lo legal, lo que a su vez implica estar pendiente de todas las gestiones financieras y el pago de los impuestos, así como lograr un buen empate de las negociaciones con otras empresas y la redacción de los contratos que avalen el servicio prestado entre estas.
Esto a su vez, les garantiza a los empresarios y a su personal de trabajo que puedan marchar al ritmo adecuado, mientras el abogado se mantiene actualizado sobre las nuevas normas nacionales e internacionales.
Si deseas que tu empresa se encuentre en óptimas condiciones en términos legales y fiscales, no dudes en contactarnos, y podremos ofrecer lo mejor de nuestro servicio para que tu empresa pueda competir eficientemente en el mercado.